Friday, June 21, 2013

La Rebelión de los Náufragos, porque Montréal no queda en Francia.

Mi mamá trabaja con una señora, y le digo señora, sólo porque es mayor que yo. Esta señora pensaba que tenía que despertarse a las tres de la mañana para atender a una llamada telefónica de Montreal.

"!Pero si Montréal queda en Canadá!"

Ante esto mi mamá corre a la librería más cercana, y me compra La Rebelión de los Náufragos.

Me dice: tú tienes que saber que Montréal no queda en Francia, y que la Venezuela que conoces no es obra del único Presidente del que tienes memoria.

Mi Prof. me sugirió que me lo tomara con Soda, y con soda me lo tomé por dos meses.

De las 439 páginas que tiene mi edición de Mirtha Rivero, estas son las enseñanzas que quiero recordar:


1. Los militares se creen los dueños de Venezuela. Cuando no están en el poder, conspiran.

2. El pueblo Venezolano es novelero, amante de las tendencias y las apariencias. Es por esto que cuando los medios de comunicación y Los Notables comenzaron todo este cuento de la antipolítica y las acusaciones... qué se puso de moda? Pues precisamente La Antipolítica y Las Acusasiones. Después del golpe del 4-F, y con el discurso de Caldera, los Venezolanos comenzaron a confiar más en un militar encarcelado con el lema de "hasta ahora", que en aquellos luchando contra sus propios demonios.

3. El Venezolano siempre ha sido muy cómodo. Empresarios de instituciones privadas  han usado los recursos a su alcance para mantener sus influencias en el mercado. Y esto no sería un problema si en el camino no se olvidaran de su responsabilidad social. With great power, comes great responsibility, de pana. Si Por Estas Calles no diera ranking; si escándalos de corrupción (innecesarios y exagerados) no vendieran periódicos; si un mercado sin trade barriers no amenazara chequeras, la democracia y el programa de Pérez no hubiera terminado como terminó.

4. Por más carismático que un Presidente pueda ser, por más inteligente y preparado que su equipo logre estar, si no se explica aquello que tratas de cambiar o imponer, si no se toma el tiempo de simplificar lo complicado y de ser político para el pueblo, nadie te va a apoyar. Nadie va aplaudir esos cambios bruscos y perjudiciales (pero beneficiosos a largo plazo) que sabes pueden dar frutos.

5. Rumor que sabe y escucha todo el mundo, ya no es rumor, es un hecho.

6. Las personas son al fin y al cabo, instintivas. Todos quieren conservar su estilo de vida, y seguir haciendo lo que más o menos les ha funcionado. CAP cambió los Ministerios, descentralizó el poder adeco, pretendió liberar lo nacionalizado (valiéndose de su carisma y poder presidencial). Eso a la AD, no le gustó, no lo apoyó. Lamentablemente, tratando -instintivamente, alego yo- de mantener su poder e influencia, la AD terminó perdiendo el sistema de gobierno que los trajo al poder.

7. El Caracazo no resultó de una crisis económica. El pueblo venezolano dejó de confiar en sus mandatarios. No es que sólo se alzaron contra Pérez, a Pérez le tocó lidiar con la "última gota que derramó el vaso", que se fue incubando en tiempos de Lusinchi and beyond. Rivero escribe que fue una crisis política, pero yo digo que fue social. Venezuela tenía un desencanto general y masivo a su estilo de vida, a que hubieran tantas discrepancias en la calidad de vida, en el salario. Le echa la culpa a los políticos, claro está. Y como políticos, son ellos los responsables de mantener a su pueblo feliz. Qué impresionante cómo la rutina política, y el "eso es mejor que nada" son suficientes, de repente. Esa fue una crisis social a la que no le pararon bolas.

8. Los pueblos tienen visión de corto plazo. Los líderes, los líderes de verdad, luchan por alargarla.

9. "Cuida a tu partido, que la continuidad del sistema está en el partido... no en el gobierno".

10. Insisto: los que tenían la influencia, dinero y conocimiento suficientes como para hacer un cambio, no reconocieron o no le pararon a su responsabilidad social del momento. Yisus


Gracias mami.